Tú creación tan sinuosa
bien embadurnada en sosa,
más salada que otra cosa
ora seca, ora jugosa;
Siempre igual de apetitosa,
en paladar tan pegajosa,
tu recuerdo me rebosa
y transforma en verso prosa.
Te dedico esta coplilla,
entonada ahora en canción:
División suave en la quilla,
previo a darme el atracón
te lleno de mantequilla,
mas aún te digo de corazón:
¡Que eres cierta maravilla,
una tan grande invención!
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